Quienes somos

La Asociación La Sonrisa de Mamadou es una asociación sin animo de lucro que nace en 2021. Trabajamos en un proyecto localizado en Bamako, capital de Mali (África), con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de niños , mujeres y ancianos que viven de forma precaria en un basurero en la periferia de la ciudad.

Los fines de la Asociación son los siguientes:

Asistencia sanitaria a las familias mediante un humilde consultorio médico y una pequeña farmacia.

Dos médicos voluntarios acuden tres días en semanas a pasar consulta a las familias. Lo mas común es encontrar personas con cuadros de desnutrición, acompañado de malaria o enfermedades cutáneas, pulmonares o de estomago. Los casos simples se tratan en el consultorio si tenemos los medicamentos y los casos graves los enviamos al hospital y corremos con todos los gastos.

Educación  de los niños en una sencilla escuela.

Un profesor acude de lunes a viernes a nuestro recinto al lado del basurero para enseñar a leer y escribir en Bambara y Francés. Con ello damos una oportunidad a los niños de poder ir a la escuela y poder escaparse durante unas horas de la terrible vida que viven dentro del basurero.

Distribución diaria de desayunos a entre 300 y 800 niños.

No se puede enseñar a los niños con la barriga vacía, de modo que proporcionamos desayunos todos los días a los niños que vienen a las clases. Igualmente damos desayunos a todo niño que se acerque al lugar, independientemente de si asisten a la escuela o no. Muchos están obligados a buscar en el basurero o a mendigar o vender por las calles y no tienen la oportunidad de participar en la escuela.

NUESTRO NÚMERO DE CUENTA: ES35 2103 0114 8400 3002 9196


El campo de refugiados más grande (desplazados internos) se encuentra en el barrio de Faladie en Bamako. Son cerca de 5000 personas de los cuales prácticamente 2000 son niños metidos en cabañas improvisadas de plástico y cartón. Emplazadas sobre una montaña de basura pegado a un mercado permanente de ganado. Esta gente sobrevive allí entre olores pestilentes, humo proveniente del vertedero, las defecaciones y los insectos. Todo bajo temperaturas superiores a 40 grados en la época de calor o convertido en un lodazal gigantesco e impracticable durante la época de lluvias. Los niños están expuestos a riesgos sanitarios inimaginables en medio de la basura y las moscas y mosquitos que proliferan abundantemente en esa zona. Son víctimas de sarna, diarreas, tos crónica, problemas oculares y de piel graves y de peligrosas crisis de paludismo.